Érase una vez, en una oficina muy ocupada, había un joven llamado Alex. Él era el encargado de TI, siempre reparaba computadoras y configuraba redes. Le apasionaba la tecnología y le encantaba resolver problemas. Sin embargo, había un problema que no podía resolver: su vida amorosa.
Alex estaba enamorado de una chica de su oficina, llamada Emily. Era hermosa, inteligente y amable. Alex siempre encontraba excusas para ir a su escritorio y charlar con ella, pero nunca tuvo el valor de invitarla a salir.
Se acercaba el día de San Valentín y Alex quería hacer algo especial para Emily. Pasó horas pensando en ideas, pero nada parecía lo suficientemente bueno. Hasta que tuvo una idea, eso fue. Recordó que Emily se había estado quejando de la velocidad de Internet y le pidió que la arreglara. Alex decidió sorprenderla configurando una conexión más rápida con los últimos cables de conexión Cat8 y dejando una tarjeta del Día de San Valentín en su escritorio, junto con un cable de conexión Ethernet.
El día de San Valentín, Emily se sorprendió al encontrar una tarjeta y un Cable de conexión Cat8 en su escritorio. Ella sonrió y miró a su alrededor para ver si Alex estaba cerca. Él estaba escondido detrás de una mampara, observando su reacción. Emily leyó la tarjeta, que decía: “Para mi querida Emily, espero que este cable de conexión Ethernet pueda conectar nuestros corazones como conecta las computadoras. Feliz día de San Valentín."
Emily quedó conmovida por el dulce gesto de Alex. Ella lo miró y sonrió, y él salió de su escondite con un ramo de flores en la mano. "Sé que tiene queso, pero no pude resistirme", dijo. "¿Serías mi San Valentín?"
El rostro de Emily se iluminó y asintió. “Sí, lo haré”, dijo.
A partir de ese día, Alex y Emily fueron inseparables. Salieron a cenar y tomar algo, vieron películas juntos y tuvieron largas conversaciones sobre TI y tecnología Ethernet y otros intereses. Alex estaba feliz de haber aprovechado la oportunidad y confesarle su amor a Emily.
Al final, fue un cable de conexión Ethernet lo que unió a Alex y Emily. Puede parecer una tontería, pero a veces, las cosas más pequeñas pueden tener el mayor impacto en nuestras vidas. El amor se puede encontrar en los lugares y momentos más inesperados, incluso en una oficina llena de computadoras y cables ethernet.